Desde que nacen, nuestras gallinas son criadas con un mimo y cuidados especiales para asegurar el máximo confort y la mejor calidad de nuestros huevos. Llegan a la granja con 17 semanas de vida aproximadamente, y durante los siguientes 15 días se aclimatan a su nueva casa, a sus comederos y bebederos, y a sus lugares de puesta y descanso, lugares completamente adaptados para que el ambiente sea de total tranquilad.

Una vez que ya están aclimatadas, nuestras gallinas tienen acceso durante prácticamente todo el día a un parque al aire libre de más de 30.000 m2 donde pueden moverse libremente, campar a sus anchas, rascar tierra en busca de gusanos e insectos, picotear hierbas y raíces, tomar el sol, darse baños de arena para limpiar su plumaje, etc.

Y su alimentación es una alimentación muy sana, basada en piensos a base de cereales, maíz y soja.

En definitiva, nuestras gallinas son gallinas felices que gozan de libertad, tranquilidad y buena salud y por ello ponen huevos camperos de muy buena calidad.